29.3.10

Amarillo Voodo Band

La noticia colmó los titulares de la prensa sensacionalista exactamente durante una semana. La Amarillo Voodo Band se había juntado para hacer un último toque, y de la forma menos pensada.
El conjunto había gozado de cierta popularidad a fines de los años ´80. En sus comienzos tocaban hard rock, pero la incorporación de elementos del rock liviano, funk y hasta de la balada, les brindó el perfil justo para convertirse en estandartes del gusto musical de aquel entonces. Tyrone, su carismático líder, cautivaba a las adolescentes con una peculiar voz nasal que, a pesar de lo que él pensaba, no era una buena imitación de Ennio Morricone. Austin, virtuosísimo violero, completa la cara más conocida y recordada del grupo.
El segundo corte difusión, “Swallow it”, perteneciente a su segundo disco venía generando un revuelo inusitado. La grabación del video clip se realizó el 2 de agosto de 1992 en el sótano de un local de la Alfred Palace Street, y consistía de varias tomas en las que una prostituta le practicaba sexo oral a cada miembro de la banda mientras tocaban sus instrumentos. Alrededor de las 14:00 hs ingresó en el recinto Joshua, asistente de Mr. Geffen, anunciando que el recital de esa noche estaba cancelado por haber sido censurados en todo el estado. Obviamente ya estaba organizado un recital alternativo, a unos 300 kilómetros de distancia, donde los aguardaba una multitud de entre 10 y 15 mil personas deseosas de birlar el designio de la ley. Todos montaron el ómnibus rumbo a la ruta excepto Tosh Williams, el bajista, que viajaba con su reciente esposa en su camioneta. Ellos a la ruta no llegaron. En la rampa de acceso a la autopista reventaron un neumático, lo que desestabilizó la camioneta a más de 150 km/h y provocó un brutal impacto y posterior caída libre. Ella murió instantáneamente, él permaneció hospitalizado dos semanas, y los demás tocaron con un bajista local, que era super fan y sabía todos los temas.
Mortificado por la culpa, Tosh ingresa en la congregación “Resurrección por el Si”, y anuncia a la banda su distanciamiento de las cuerdas. Sin su presencia conciliadora, los conflictos entre Tyrone y Austin escalaron en ferocidad, detonando la disolución final de la banda.
El video de “Swallow it”, esfumado mediante, estuvo al aire dos semanas. Luego se dio lugar a un recurso de amparo presentado por Williams, por considerarlo ofensivo hacia su difunta esposa. Durante años circularon copias piratas muy difíciles de conseguir; pero que, por supuesto, mostraban todo.
Austin encontró nuevo proyecto musical muy pronto y llevó sus interminables solos de gira por todo el mundo. Patrick, el batero, nunca había dejado de considerar la música como una afición, por lo que no tuvo inconveniente en ponerse una carnicería y olvidarse de la fama. Tyrone en cambio, se abandonó al abuso de costumbres malsanas, empeorando aún más su ya de por si inestable psiquis. Nunca fue capaz de comprender que había fracasado. Ser rock star para él era una verdad inobjetable, por lo que le molestaba sobremanera que él mundo a su alrededor no se comportara acordemente. Una tarde de diciembre, durante un profundo viaje a base de ácido lisérgico, comprendió que estaba viviendo en alguna especie de Universo paralelo. La AVB (Ei vi bi, como dicen algunos melómanos) estaba destinada a ser una gran banda, pero algo se había jodido ese 2 de agosto, alguna pieza se había corrido de lugar en la gran maquinaria fatumiana. Antes no lo había notado, pero ahora le parecía evidente que la clave estaba en ese día.
Contactó a uno de los pocos amigos exitosos que todavía le contestaban el teléfono, y le pidió veinte mil dólares para rearmar la Voodo Band, con nuevos integrantes le dijo, para sonar más creíble. Una porción importante de esa suma fue destinada a los honorarios de la prostituta, la cual no fue difícil encontrar dado que pasados quince años se seguía anunciando en el strip club como “la petera de Swallow it”. El resto financió la logística del operativo que incluyó alquilar el sótano de Alfred Palace St., una video cámara, y el secuestro de Austin y Patrick. Tosh resultó más maleable y bastó con citarlo para que apareciera en el lugar. Una vez que los tuvo a los tres sentados e inmovilizados (excepto los brazos para que pudieran tocar), comenzó la filmación. Una Smith & Wesson sirvió como incentivo adicional para la prostituta, quien desconocía que lo pactado incluía privación ilegítima de la libertad. Cada tres horas Ty suministraba fármacos a cada uno, luego a sí mismo. Al principio recurrió a los más o menos nobles como la mescalina, pero cuando ya se hubieron acabado continuó con la keta.
Fueron tres días intensos de rodaje, mucho más de lo que Tyrone estimó necesario para que el río de causalidades retomara su curso, pero finalmente la puerta se abrió. Un caudal enorme de luz invadió la habitación. Cercano a la pérdida de conocimiento, logró divisar una figura. Tenía el pelo un poco más canoso, sí, pero definitivamente era él. Joshua se le acercó y le susurro al oído: “Todo esta bien Ty, tranquilo. Tiene derecho a permanecer callado. Todo lo que diga podrá ser usado en su contra”.

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