26.7.11

Un hallazgo en el análisis dramático de Lazy Town



Lazy Town es una serie de televisión infantil de origen islandés, creada y protagonizada por Magnús Scheving (excampeón europeo de gimnasia). En Latinoamerica se emite por la señal Discovery Kids.
El argumento, como suele suceder en estos casos, es muy sencillo: Stephanie, la protagonista de 9 años, llega al pueblo donde su tío es Alcalde, con intenciones de quedarse cierto tiempo. Entonces descubre que allí todos los niños son muy perezosos. Ante la decepción y el aburrimiento de no poder jugar con nadie, su tío le sugiere que contacte a Sportacus, una especie de héroe de la actividad física y la comida sana.
El antagonista de Sportacus es Robbie Rotten, un adulto amante de los placeres oníricos que vive en un escondite bajo tierra. En cada capítulo, intenta mediante diversas asechanzas convertir a Lazy Town en el pueblo más perezoso del mundo.

El objetivo de este post “resurrección” es investigar en lo profundo de la trama de esta serie mediante el paradigma de la ausencia de elemento sobrante o Principio del arma de Chéjov.
Centrándonos en el primer episodio, podemos rescatar el principal dato disruptivo, aportado por el alcalde Milford: En realidad el tío de Stephanie le sugiere que contacte al Número 9, que tiempo atrás era el héroe y protector de Lazy Town. Stephanie le envia una carta pero responde Sportacus que es el Número 10, es decir su continuador. El Número 9 no aparece en los 51 episodios siguientes, tampoco se revela su identidad.

A partir de este primer interrogante, surgen otros tres datos secundarios:

1) En Lazy Town hay 4 niños sin contar a Stephanie. Nunca aparece ningún padre,
tutor o encargado. Los niños están solos. Los únicos adultos en Lazy Town además
de Sportacus son Robbie Rotten, el alcalde y su secretaria.
2) La personalidad de Robbie Rotten es francamente contradictoria. La cantidad de
esfuerzo que le demandan sus intrincados planes para volver a Lazy Town un lugar
aburrido y tranquilo, lo convierten en la persona más activa del pueblo.
3) En algunas ocasiones hasta se “entusiasma” olvidando temporalmente el fin último
de sus planes. Este rasgo se evidencia más claramente en el episodio “Rottenbeard”, en el que se divierte jugando a los piratas con los
niños y cantando “You are a pirate”. De hecho, esa es la canción que Robbie elige en el episodio que cada personaje nos cuenta su canción favorita.
4) La guarida de Robbie está plagada de objetos asombrosos y maquinarias sofisticadas como la que le permite disfrazarse de casi cualquier cosa.

La hipótesis planteada entonces es: Robbie Rotten era el Número 9

Un casi héroe como Sportacus, siempre presente a la hora de divertirse con los niños, pero que descubrió la contracara del progreso. En un pueblo pequeño y sin oportunidades, los niños activos y sanos al crecer emigran (o trabajan todo el día en alguna ciudad vecina importante). En el pueblo sólo quedan el inútil del alcalde y la alcohólica de su secretaria. El móvil en el accionar de Robbie Rotten no sería entonces la pereza, sino el temor a la soledad y la intención de retener a esta nueva generación de niños. Su bronca siempre es con Sportacus y Stephanie, los que vienen de afuera a querer cambiar las cosas (Sportacus no es de Lazy Town, sino de una isla en el Mar del Norte) y que algún día así como llegaron se irán (cosa que efectivamente ocurre con Stephanie).

A los que me llamen fumado quiero decirles que lo mismo me dijieron cuando planteé que los Pitufos eran una alegoria comunista, y al final yo tenía razón.