17.2.10

Iluminare habitacum est (Parte 3)

Emmanuel, Quiero, se limpio, Cafarnaúm, Mateo, Sígueme y deja a los muertos sepultar a los muertos, ¿No es este el hijo del carpintero?, Parábolas y granos de mostaza, ¿Quien es mayor, el que esta sentado a la mesa, o el que sirve?, ¿me están enseñando un hombre que pensó diferente a ustedes y pretenden que ore bajo la imagen de su cadáver desfallecido? Si tengo dentro, sobre y al costado mío al rey de los judíos.
Salí del templo y me fui a buscar trabajo. Se me rieron en la cara. Subte, línea E. Me miro en el reflejo del vidrio. ¿ese soy yo? Tenía barba. Pero mis ojos estaban distintos.
Bajo a las pocas estaciones, me siento en una perdida avenida. Por dentro me siento la persona más feliz del mundo y me pongo mal, veo gente fea. Nadie merece eso. Se me acerca una muchedumbre de gente, se me aleja la misma gente. Párabola. Vuelven, esta vez sobresale María, triste. Me ve, no a mi no, a mis ojos. Sentí ganas de besarla, no hizo falta, ella me besó a mi. Muchedumbre alcanza a María y la esfuma en la misma avenida que ya no era la misma.
Vuelvo a la iglesia enojado, pedazos hice la imagen de Cristo. Comisaría. Tramiteo, papeles van, papeles vienen. Todo lo que no me mate me hace más fuerte. El espíritu del Zenkai Power.
Al salir de la comisaría me espera mi mamá. Hace mucho que no la veo, no me había dado cuenta pero la extrañaba. Me reta. Quiere que vuelva a mi vida. Vida. Esa palabra no la entiendo, no al menos como un estado, sino como una continuidad, una pila de tacitas apiladas, una columna vertebral. Ella se acaba de jubilar, se va a vivir a Mendoza, me deja la casa. Si puedo pagar las cuotas de la hipoteca, es mía.
Mamá me lleva a casa, me da las llaves y se va. Encuentro un viejo martillo de papá y tiro abajo una pared, fusiono la cocina y el comedor. Ahora tengo una gran habitación a oscuras. Iluminare habitacum est. Mi ki no lo logra; algo le pasa a esta habitación; algo le pasa a esta pieza, no entra en el rompecabezas.
Estos días vuelvo a dormir mal, es amargura pero no como la vieja, a esta no se como llamarla. Necesito algo en mis brazos. Necesito a María en mis brazos. Encuentro una vieja botella de Ron. ¿Donde estoy?
Amanezco en la calle, vuelvo a casa y encuentro alguien durmiendo en mi cama, lo despierto o se despierta y se va. No se que hacer, prendo la tele y veo políticos hablando, gente hablando. Los políticos dicen que van a cambiar el país, la gente quiere que los políticos cambien el país. ¿Estamos de acuerdo? Al país dejámelo como esta, yo quiero cambiar a la gente.
Universidad de Buenos Aires, recuerdo cuando quiso ser abogado por 3 meses. Necesito plata para comida, electricidad, teléfono, gas, impuestos, las cuotas de la hipoteca y ahora para los estudios. Realmente pienso que dinero es lo último que necesito. Quiero suprimirlo, estudio Economía.

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